Lunes noche, haciendo el capullo.
Está cayendo una brutal (de lluvia) en Madrid, y yo que vivo entre el desquicie y el autocontrol, no se me ocurre otra cosa que salir a la terraza, empaparme y ponerme a gritar hacia la calle como un auténtico gilipollas. Ha sido cosa de unos 20 segundos,no mas...Al principio comencé con un AAAHHHHH!!! y luego intenté articular palabras como "QUE PASAAAAAAA!!!!" con todas mis putas ganas...y bueno, una vez cerrado el balcón, y realizado un breve análisis pensé en par cosas :
1) Si un día vienen a mi casa a asesinarme, a hacerme rodajas, a robarme o a venderme DVDs de OT, da igual cuanto cojones grite al salir a la terraza, porque a NADIE va a importarle. Como mucho, tres flipaos van a mirar hacia arriba y por mucho que yo grite : "AQUI, AQUI, AQUI!!"...a la altura que está mi piso ni siquiera van a coscarse.
2) Debería pararme un poco a pensar para que cojones me levanto cada mañana.
1) Si un día vienen a mi casa a asesinarme, a hacerme rodajas, a robarme o a venderme DVDs de OT, da igual cuanto cojones grite al salir a la terraza, porque a NADIE va a importarle. Como mucho, tres flipaos van a mirar hacia arriba y por mucho que yo grite : "AQUI, AQUI, AQUI!!"...a la altura que está mi piso ni siquiera van a coscarse.
2) Debería pararme un poco a pensar para que cojones me levanto cada mañana.
3 comentarios:
¿Cómo que para qué? A mí me encanta andar bajo la lluvia hasta empaparme. Sólo por ese placer merece la pena levantarse, y por un helado de chocolate blanco, y por un sandwich de nocilla, y por unas risas leyendo blogs, y por una buena corrida... etc
Si yo me asomo a la ventana berreando lo que conseguiría es que me griten algo como "cállese ya, está menso?" y seguirían a su bola pensando que estaré de juerga
Yo si me asomo a la ventana y grito, probablemente, me peguen un pedigonazo en un ojo, que tengo un vecino que me tiene ganas desde los 12 años.
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